17 May
17May

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2016, más de 41 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo tenían sobrepeso o eran obesos. Cerca de la mitad de los niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad vivían en Asia y una cuarta parte vivían en África.

Un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

Los niños que comienzan con una obesidad entre los seis meses y siete años de vida el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la edad adulta es de 40% mientras para los que comenzaron entre los diez y trece años las probabilidades son 70%, porque las celulas que almacenan grasa (adipositos) se multiplican en esta etapa de la vida por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso cuando adulto.

Entre los factores que intervienen en una obesidad infantil se encuentran:

La conducta alimentaria.

Consumo de energía.

Factores hederitarios.

Factores hormonales.

Factores psicosociales y ambientales.

 

Las causas de la obesidad son:

Genéticas: se sabe que la obesidad es frecuentemente diagnosticada dentro de las familias. Por ejemplo, hay alteraciones específicas en la vía de la Leptina.

Ambientales: el estilo de vida (dieta y ejercicio) influye considerablemente en la expresión de la obesidad.

Síndrome de Cushing: es una alteración de la glándula suprarrenal que consiste en el aumento en la produccionde cortisol, lo que lleva a la obesidad.

Hipotiroidismo: la disminución de la hormona tiroidea puede llevar a la obesidad. Esta patología siempre debe descartarse frente a un cuadro de obesidad, sin embargo, es una causa poco frecuente.

Insulinoma: existe muy raramente la presencia de un tumor de insulina, el cual puede llevar a la obesidad.

Alteraciones Hipotalámicas: ciertos tumores,inflamacion o traumas a nivel del Sistema Nervieso Central, pueden producir alteraciones en los centros reguladores de la saciedad.

Síndrome de Ovario Poliquístico: es las causas más comunes de la obesidad en la mujer joven. Se asocia a irregularidades menstruales, acné, hirsutismo y resistencia insulínica.

Hipogonadismo: en el hombre, la disminución de la hormona testosterona, aumenta el tejido adiposo y lleva a la obesidad.

Otros: enfermedades cardiovasculares, pulmonares o algunos cánceres pueden ser la causa de la obesidad.

Las consecuencias de la obesidad infantil:

Existen dos mayores consecuencias de la obesidad infantil. La primera está relacionada con cambios psicológicos. Ellos ocurren temprano en la vida e incluyen:

Baja autoestima.

Bajos resultados en el colegio.

Un cambio en la auto-imagen, particularmente durante la adolecencia.

Introversión, a menudo seguida de rechazo social.

La segunda consecuencia guarda relación con el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades o condiciones patológicas. Estas ocurren a una edad temprana (como por ejemplo aumento en la presion sanguínea), pero generalmente ocurren en la edad adulta. Ellas incluyen:

Aumento en la presión arterial (hipertension).

Aumento de los niveles del colesterol general (hipercolesterolemia), especialmente del "colesterol malo". 

Altos niveles de insulina en la sangre (hiperinsulinemia).

Problemas respiratorios al dormir (apneas de sueño).

Problemas ortopédicos, especialmente de articulaciones.

 

La obesidad es una cuestión significativa en nuestra sociedad hoy día. Los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos; las complicaciones por la obesidad incluyen enfermedad cardiovascular, diabetes, e hipertensión. Un buen cuidado preventivo debe incluir la identificación de la obesidad, la identificación de cualquier complicación, y la iniciación del tratamiento.

El tratamiento debe ser personalizado y para ello debe efectuarse un buen diagnostico. Las medidas a tomar básicamente son:

Modificar el estilo de vida.

Dieta.

Ejercicio.

Tratamiento Médico según patología específica.

Cirugía, para casos refractarios a tratamiento médico.

El gráfico de referencia del IMC muestra que el peso-por-altura:

Aumenta durante el primer año de vida.

Decrece como a la edad de 6 años por ser éste el período de máximo crecimiento. 

Aumenta de nuevo entre los 7 y los 8 años, lo que frecuentemente se reconoce como el rebote de grasa. 

Medición de Obesidad:

Para esto se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual equivale a:

Peso/Talla2 (Kg/mts2).

- El IMC es el índice más utilizado para definir la obesidad y es útil en la clasificación del riesgo. Sin embargo, este índice no indica el porcentaje de grasa del organismo, para lo cual debe complementarse con otras mediciones como: Pliegues, Densitometría y RNM.

Se considera normal un IMC entre 19-25 kgs/mts ².

Se considera sobrepeso a un IMC > 25 kgs/mts ².

Se considera obeso a una persona con IMC > 30 kgs/mts ².

Para calcular el riesgo relativo, según IMC, existen también algunos factores agravantes que se deben considerar. Estos son: Índice cintura-cadera elevado (hombre: 0.95, mujer: 0.85), diabetes mellitus, hipertensión, hiperlipidemia, sexo masculino, edad < 40.

Relación Cintura / Cadera:

El Índice Cintura / Cadera nos permite definir el Tipo de Obesidad y su distribucion de obesidad central o abdominal visceral, ya que se ha demostrado que no sólo es importante cuantificar la grasa sino también su localización.

Diámetro Cintura.

Diámetro Cadera.

Ginecoide ó Glúteo Femoral:

La grasa se deposita de:

Cintura.

Caderas.

Muslos.

Forma de pera.

La grasa se deposita de:

Cintura hacia arriba o grasa Abdominal Visceral.

Forma de Manzana.

Efectos del Ejercicio Físico en el tratamiento de la Obesidad:

El incremento de la actividad fisica nos va a permitir un aumento de:

Gasto energético.

Estímulo de la respuesta termogénica aumentando la tasa metabólica en reposo.

Aumento de la capacidad de movilización y oxidación de la grasa.

Aumenta los transportadores de Glut-4 en células.

Reduce la resistencia a la insulina.

Mejora la capacidad cardiopulmonar (aeróbico).

Baja la presión arterial.

Disminuye los LDL y aumenta los HDL.

Reducción de la grasa corporal y aumento de masa magra.

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