CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE OBESIDAD INFANTIL image
Causas
La obesidad infantil presenta etiología multifactorial; la interacción entre factores genéticos, neuroendocrinos, ambientales o exógenos, familiares y socioculturales tienen relación directa con la obesidad en niños (Morgan et al., 2008). También puede presentarse obesidad secundaria como resultado de acción de ciertos medicamentos

Factores Genéticos
La obesidad infantil demuestra claramente una tendencia familiar; el riesgo de obesidad infantil aumenta según el padre, la madre o ambos presenten obesidad. Los niños de padres obesos presentan un 50% de probabilidad de serlo en la adultez, mientras que los hijos de padres con normo pesó presentan apenas un 20% de este riesgo. Los estudios de familias obesas han suministrado datos muy importantes. Si un niño cuenta con ambos padres obesos tiene 3 veces más riesgo de ser obeso que siendo hijo de padres delgados. Cuando sólo es obeso uno de los padres, el niño tiene de un 40 a un 20 50% de probabilidades de serlo también. Cuando ambos padres lo son, el riesgo de obesidad del hijo se eleva al 80%.

Factores ambientales o exógenos
La mayor parte de la obesidad infantil es debida a factores relacionados con los estilos de vida que son el reflejo combinado de factores genéticos, hábitos aprendidos en la familia y las potentes influencias ambientales mediadas por el colegio y el entorno social.; las cuales influyen en 30-80% al desarrollo de la obesidad. La ganancia de peso y que es definido como un balance energético positivo debido a una ingesta mayor que la consumida (Morgan et al., 2008).

Factores dietéticos
La dieta y los malos hábitos dietéticos se encuentran entre las principales causas de la obesidad. Entre los factores dietéticos que favorecen a la obesidad se incluye:
1. Omisión del desayuno
2. Consumo de Fast Food
3. Consumo de alimentos con Índice Glicémico Alto
4. Disminución del consumo de fibra dietética
5. Disminución de la ingesta de frutas, hortalizas y verduras
6. Incremento del consumo de grasas saturadas.


Omisión del desayuno
El tiempo transcurrido entre la cena y el desayuno de la mañana siguiente es el período más largo de ayuno de energía y nutrientes. Extender el episodio de ayuno omitiendo el desayuno puede resultar en cambios metabólicos que interfieren en aspectos del funcionamiento cognitivo y el rendimiento escolar. No desayunar impide promover energía (glucosa) y algunos nutrientes necesarios para la síntesis de neurotransmisores, necesarios para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central.

Consumo de Fast Food
Varios factores dietéticos se relacionan con el aumento de peso y consumo de fast food. Este tipo de alimentos incluyen el aumento del tamaño de las porciones, densidad energética alta, palatabilidad (atribuido al alto contenido de azúcares, grasa y sal), contenido elevado de grasas saturadas y trans, alto índice glicémico y bajo contenido de fibra.

Consumo de alimentos con Índice Glicémico Alto
El índice glicémico es una propiedad del contenido de carbohidratos en los alimentos, el cual describe el incremento de glucosa en sangre después de una comida. Los alimentos que son digeridos y absorbidos rápidamente, como los cereales refinados y las papas, presentan un alto índice glicémico. Las respuestas psicológicas a la glucosa oral sugieren un mecanismo que asocian el índice glicémico a la ganancia de peso.

La administración oral de alimentos de alto índice glicémico produce elevaciones rápidas de glucosa en sangre, los cuales han sido estudiados en individuos en un período de hipoglicemia reactiva con una subida modesta de los niveles de insulina.

Disminución del consumo de fibra dietética 
El sobrepeso y obesidad tienen relación con el bajo consumo de fibra. Una dieta baja en fibra se ve reflejado en un consumo pobre en frutas, verduras y carbohidratos complejos; lo cual lleva al consumo de una mayor cantidad de azúcares simples y grasas, causantes del estreñimiento aumento de peso y riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Disminución de la ingesta de frutas, hortalizas y verduras
El consumo de frutas y vegetales tiene varios beneficios para la salud, las dietas que excluyen a éstos pueden prevenir el sobrepeso y la obesidad debido a que reemplazan el consumo de alimentos calóricos.
Los niños que no consumen las 5 porciones recomendadas de frutas y verduras diarias tienden al consumo de comidas altamente calóricas con alimentos de gran densidad energética (galletas, pasteles, dulces, helados) y con disminución en el consumo de fibra, lo que conlleva al sobrepeso y obesidad (Field et al., 2003).

Incremento del consumo de grasas saturadas
El exceso de peso aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad por cardiopatía isquémica, la cual aumenta con la presencia de hipertrigliceridemia e hipercolesterolemia. El incremento del consumo de fast food, bollería y snacks incrementa el perfil lipídico y el riesgo de cardiopatía isquémica.

Factores sociales, psicosociales y familiares
El entorno y los riesgos de sobrepeso y obesidad están fuertemente relacionados. La baja estimulación cognitiva en casa y el estatus socio económico influyen en la obesidad infantil. Las elecciones en cuanto a comida por parte de los padres modifican significativamente las preferencias alimentarias de los niños.

Los niños empiezan a adquirir hábitos y conductas alimentarias desde la infancia y partir de la adolescencia se hacen más resistentes al cambio. Los hábitos dietéticos de la familia pueden derivar en costumbres alimentarias incorrectas.
Sedentarismo

La disminución de la actividad física o sedentarismo tiende a disminuir la tasa del metabolismo basal, la misma que se define como la fracción del gasto energético utilizada para mantener las funciones vitales de una persona en reposo físico y mental, tras 13 horas de ayuno y en condiciones de neutralidad térmica (Escobar et al., 2010).
 
El consumo de la tecnología ha sido identificado en la contribución de la obesidad infantil, no solo por promover una conducta sedentaria, sino también por el incremento de la densidad energética al comer frente al televisor y la influencia de la publicidad en la elección del tipo de alimento.

Disminución de las horas de sueño
La obesidad predispone a mayor riesgo de diabetes tipo 2, estudios recientes indican que períodos cortos de sueño incrementan el riesgo de diabetes independientemente de los cambios en el IMC. La restricción de las horas de sueño pude afectar el balance energético y resultar en ganancia de peso debido a un aumento del apetito, más tiempo para comer y menos para el gasto energético.




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